21 noviembre, 2011

Tu mi primera.

Que triste recordarte y no haberte escrito otra vez, me dueles en el fondo de mi libertad, en el fondo de mi alegría, en el merito fondo de mis soledades como no tienes idea. Te extraño tanto y aaaaah veces! (suspiro); pero me entristece verte así.

Significaste un periodo hermoso de mi vida, si, lleno de soledad debo decirlo, solo acompañado de vez en vez por gatito. Verte desde las esquinas de la casa, verte desde las ventanas tal y como sucedió desde ya en la primera vez, y dolorosamente verte desde el quicio de la puerta de entrada, con su nostálgica iluminación de las ventanas ahora tristes como mi mirada, observándote, contemplándote, en des-gracia despidiéndome de cada uno de tus rincones, esquinas y recovecos dejandote únicamente pensamientos de lo feliz que fui, de lo libre que me sentí hasta para llorar, de lo agradable que era estar en ti en la bañera, si que eras mi espacio y ahora sin mis cosas que triste que te vez, que triste que te quedas, tan fría y ahora tu tan sola, tan llena de nada.

Créeme que te lo agradezco todo. Adiós Xochitl!




No hay comentarios.: